Un gato camina y su maraña de pensamientos influye en la maraña de su entorno o quizás sea el entorno el que influyó en él. Su misma fachada, su mismo cuerpo expresa lo que siente como un libro abierto. Todo él es un graffiti, una lectura sincera. Es la fuerza de su vulnerabilidad. No esconde su cara, ni su mirada, ni su color. Acepta y es aceptado.
21×14 cm
Materiales: papel, rotulador, lápiz
Estilo: Neopop y Neovanguardias.
Año: 2014