Exposición Galerie Image In’Air París
1-14 febrero 2025
«Oh Happy Bee»
«Oh Happy Bee» rinde homenaje al trabajo incansable y anónimo de las abejas, pequeñas gigantes que sostienen la vida en nuestro planeta. En esta pieza, la figura femenina adopta una postura de plié, evocando los movimientos precisos y casi mecánicos de los insectos, mientras su antifaz simboliza el misterio y la humildad del papel esencial que desempeñan las abejas en la naturaleza.
La mujer abraza con delicadeza a una abeja gigante, un gesto protector que invita a reflexionar sobre nuestra responsabilidad hacia estos seres vitales. El fondo, inspirado en la geometría perfecta de una colmena, está compuesto de papel reciclado, un elemento que refuerza el mensaje ecológico de la obra.
Esta pieza, creada como collage digital, busca conectar al espectador con la fragilidad y la grandeza de las pequeñas acciones que sostienen nuestra existencia, tanto en la naturaleza como en la vida cotidiana.
«Oh Happy Bee»
«Oh Happy Bee» pays tribute to the tireless and anonymous work of bees, those small giants that sustain life on our planet. In this piece, the female figure adopts a plié pose, evoking the precise and almost mechanical movements of insects, while her mask symbolizes the mystery and humility of the essential role that bees play in nature.
The woman gently embraces a giant bee, a protective gesture that invites reflection on our responsibility toward these vital creatures. The background, inspired by the perfect geometry of a beehive, is composed of recycled paper, an element that reinforces the ecological message of the piece.
This work, created as a digital collage, seeks to connect the viewer with the fragility and greatness of the small actions that sustain our existence, both in nature and in daily life.
«Oh Happy Bee»
«Oh Happy Bee» rend hommage au travail inlassable et anonyme des abeilles, ces petites géantes qui soutiennent la vie sur notre planète. Dans cette œuvre, la figure féminine adopte une posture de plié, évoquant les mouvements précis et presque mécaniques des insectes, tandis que son masque symbolise le mystère et l’humilité du rôle essentiel que les abeilles jouent dans la nature.
La femme serre délicatement une abeille géante dans ses bras, un geste protecteur qui invite à réfléchir sur notre responsabilité envers ces créatures vitales. L’arrière-plan, inspiré par la géométrie parfaite d’une ruche, est composé de papier recyclé, un élément qui renforce le message écologique de l’œuvre.
Cette pièce, créée comme un collage numérique, cherche à connecter le spectateur à la fragilité et à la grandeur des petites actions qui soutiennent notre existence, tant dans la nature que dans la vie quotidienne.
«La última pregunta»
«La última pregunta» esta obra fusiona elementos tradicionales y digitales para explorar la relación entre la humanidad y la inteligencia artificial. Inspirada en el relato homónimo de Isaac Asimov, la pieza reflexiona sobre la búsqueda eterna del conocimiento y el papel de la tecnología en nuestro futuro existencial.
La apariencia enigmática de la figura central, representa a la conciencia colectiva enfrentándose a preguntas trascendentales sobre el tiempo, la entropía y la inmortalidad. Los rayos que emanan de ella, tomados de una obra de arte religiosa clásica, simbolizan la iluminación y la divinidad, estableciendo un paralelismo entre la fe en lo divino y la fe en la tecnología.
Al digitalizar texturas manuales, he querido enfatizar la convergencia entre lo humano y lo artificial, mostrando cómo ambos mundos se entrelazan en nuestra realidad contemporánea. La técnica del collage híbrido me permite crear capas de significado, invitando al espectador a reflexionar sobre las implicaciones éticas y filosóficas de nuestra dependencia creciente en la inteligencia artificial.
“The last question”
This work fuses traditional and digital elements to explore the relationship between humanity and artificial intelligence. Inspired by the homonymous story by Isaac Asimov, the piece reflects on the eternal search for knowledge and the role of technology in our existential future.
The enigmatic appearance of the central figure represents the collective consciousness facing transcendental questions about time, entropy, and immortality. The rays emanating from the figure, taken from a classic religious artwork, symbolize illumination and divinity, drawing a parallel between faith in the divine and faith in technology.
By digitizing manual textures, I sought to emphasize the convergence between the human and the artificial, showing how both worlds intertwine in our contemporary reality. The hybrid collage technique allows me to create layers of meaning, inviting the viewer to reflect on the ethical and philosophical implications of our growing dependence on artificial intelligence.
«La dernière question»
Cette œuvre fusionne des éléments traditionnels et numériques pour explorer la relation entre l’humanité et l’intelligence artificielle. Inspirée du récit homonyme d’Isaac Asimov, la pièce reflète sur la quête éternelle de connaissance et le rôle de la technologie dans notre futur existentiel.

L’apparence énigmatique de la figure centrale représente la conscience collective face à des questions transcendantes sur le temps, l’entropie et l’immortalité. Les rayons émanant de cette figure, tirés d’une œuvre d’art religieuse classique, symbolisent l’illumination et la divinité, établissant un parallèle entre la foi en le divin et la foi en la technologie.
«Reinas del XXI»: Reflexión sobre el valor del arte y la deshumanización contemporánea
En «Reinas del XXI», la artista establece un discurso crítico sobre la jerarquía de valores en nuestra sociedad contemporánea. La obra confronta al espectador con una paradoja visual y conceptual: mientras los ojos de la Mona Lisa, un símbolo inconfundible del valor universal del arte, emergen en el rostro de una niña, el marco vacío en la parte superior actúa como un recordatorio inquietante de que, en algunos casos, el arte puede superar en valor a la propia vida humana.
En numérisant des textures manuelles, j’ai voulu souligner la convergence entre l’humain et l’artificiel, montrant comment ces deux mondes s’entrelacent dans notre réalité contemporaine. La technique du collage hybride me permet de créer des couches de sens, invitant le spectateur à réfléchir aux implications éthiques et philosophiques de notre dépendance croissante à l’intelligence artificielle.
El uso de la Mona Lisa, el retrato icónico de Leonardo da Vinci, se desplaza aquí de su pedestal histórico para cuestionar la percepción moderna del arte como un objeto de fetichización y comercio, sin profundizar más en la obra. Detrás de los ojos de la Mona Lisa aparece la cara de una niña, lo que sugiere una pérdida de inocencia o una identidad robada, eclipsada por la supremacía simbólica de la obra de arte.
El marco vacío, ingeniosamente construido a partir de «libros apilados» transformados digitalmente, se convierte en un símbolo multifacético. Por un lado, evoca la monumentalidad del arte clásico y su capacidad para encerrar significado; por otro, plantea preguntas sobre los archivos, los registros históricos y la imposición de valores culturales que determinan lo que merece ser preservado. Al ubicar el marco en la parte superior, vacío, la artista parece insinuar una falta de contenido humano en algunos discursos que rodean el valor del arte en el siglo XXI.
El fondo de la obra, también tomado de la Mona Lisa, conecta directamente con la reflexión sobre el reciclaje visual e intelectual en el arte contemporáneo. Sin embargo, este fondo, lejos de ser una simple repetición, se fusiona con un patrón dinámico que multiplica la lectura de la composición, sugiriendo que las estructuras culturales están en constante reconfiguración.
«Reinas del XXI» es una meditación sobre la cosificación del arte y el riesgo de deshumanización que acompaña a su mercantilización. En esta pieza, la artista utiliza la técnica del collage híbrido para dialogar entre lo clásico y lo contemporáneo, desafiando al espectador a reevaluar su percepción del arte y su lugar en nuestra jerarquía de valores.
“Queens of the 21st Century»: Reflection on the Value of Art and Contemporary Dehumanization
In “Queens of the 21st Century», the artist establishes a critical discourse about the hierarchy of values in our contemporary society. The work confronts the viewer with a visual and conceptual paradox: while the eyes of the Mona Lisa, an unmistakable symbol of the universal value of art, emerge on the face of a girl, the empty frame at the top acts as a haunting reminder that, in some cases, art can surpass the value of human life itself.
The use of the Mona Lisa, Leonardo da Vinci’s iconic portrait, is shifted here from its historical pedestal to question the modern perception of art as an object of fetishization and commerce, without delving deeper into the work. Behind the eyes of the Mona Lisa appears the face of a girl, suggesting a loss of innocence or a stolen identity, eclipsed by the symbolic supremacy of the artwork.
The empty frame, ingeniously constructed from digitally transformed «stacked books,» becomes a multifaceted symbol. On one hand, it evokes the monumentality of classical art and its ability to encapsulate meaning; on the other, it raises questions about archives, historical records, and the imposition of cultural values that determine what deserves to be preserved. By placing the frame at the top, empty, the artist seems to insinuate a lack of human content in some discourses surrounding the value of art in the 21st century.
The background of the work, also taken from the Mona Lisa, directly connects with the reflection on visual and intellectual recycling in contemporary art. However, this background, far from being a simple repetition, merges with a dynamic pattern that multiplies the reading of the composition, suggesting that cultural structures are in constant reconfiguration.
*»Queens of the 21st Century»* is a meditation on the objectification of art and the risk of dehumanization that accompanies its commercialization. In this piece, the artist utilizes the technique of digital collage to dialogue between the classical and the contemporary, challenging the viewer to reassess their perception of art and their place in our hierarchy of values.
“Reines du XXIe»: Réflexion sur la valeur de l’art et la déshumanisation contemporaine
Dans “Reines du XXIe», l’artiste établit un discours critique sur la hiérarchie des valeurs dans notre société contemporaine. L’œuvre confronte le spectateur à une paradoxe visuel et conceptuel : tandis que les yeux de la Mona Lisa, un symbole incontestable de la valeur universelle de l’art, émergent sur le visage d’une fille, le cadre vide en haut agit comme un rappel inquiétant que, dans certains cas, l’art peut surpasser la valeur de la vie humaine elle-même.
L’utilisation de la Mona Lisa, le portrait emblématique de Léonard de Vinci, est déplacée ici de son piédestal historique pour remettre en question la perception moderne de l’art comme un objet de fétichisation et de commerce, sans approfondir davantage l’œuvre. Derrière les yeux de la Mona Lisa apparaît le visage d’une fille, suggérant une perte d’innocence ou une identité volée, éclipsée par la suprématie symbolique de l’œuvre d’art.
Le cadre vide, ingénieusement construit à partir de «livres empilés» transformés numériquement, devient un symbole multifacette. D’une part, il évoque la monumentalité de l’art classique et sa capacité à encapsuler le sens ; d’autre part, il soulève des questions sur les archives, les registres historiques et l’imposition de valeurs culturelles qui déterminent ce qui mérite d’être préservé. En plaçant le cadre en haut, vide, l’artiste semble insinuer un manque de contenu humain dans certains discours entourant la valeur de l’art au XXIe siècle.
L’arrière-plan de l’œuvre, également tiré de la Mona Lisa, se connecte directement avec la réflexion sur le recyclage visuel et intellectuel dans l’art contemporain. Cependant, cet arrière-plan, loin d’être une simple répétition, se fusionne avec un motif dynamique qui multiplie la lecture de la composition, suggérant que les structures culturelles sont en constante reconfiguration.
«Reines du XXIe» est une méditation sur la objectification de l’art et le risque de déshumanisation qui accompagne sa commercialisation. Dans cette pièce, l’artiste utilise la technique du collage numérique pour dialoguer entre le classique et le contemporain, défiant le spectateur de réévaluer sa perception de l’art et sa place dans notre hiérarchie des valeurs.
«Expectativas bordadas»: Una Meditación sobre la Sobrecarga y la Identidad en la Era Moderna.
En «Expectativas bordadas», la artista aborda con maestría la complejidad del caos cotidiano de responsabilidades y tareas, junto a la lucha constante por mantener la esencia personal que nos define. La obra se erige como una reflexión profunda sobre cómo las autoexigencias y las expectativas externas fragmentan nuestra identidad y nos alejan de la conexión intrínseca con nosotros mismos, una conexión que solo encontramos en momentos de tranquilidad y, en el caso de la artista, a través del arte.
La protagonista de la obra, vestida con un traje de época rescatado de fotografías de museo, simboliza la atemporalidad de estas tensiones internas. Este atuendo, junto con los objetos que sostiene —un café, unas carpetas, un reloj y un teléfono—, crea un diálogo visual entre el pasado y el presente, enfatizando cómo las presiones contemporáneas se entrelazan con dinámicas históricas de autoexigencia.
El trasfondo de «Expectativas bordadas» está compuesto por un tapiz holandés antiguo, cuya saturación visual y conceptual evoca la sobrecarga de tareas que enfrentamos diariamente. Este fondo, ricamente detallado, contrasta con la figura central, simplificada tras un proceso creativo que buscaba mantener la fuerza de su significado original: las multitareas, el estrés y la sobrecarga de querer realizar múltiples actividades en un corto período de tiempo. La presencia de un unicornio descansando en el vestido añade una capa simbólica adicional, representando los ideales inalcanzables y las expectativas impuestas por una cultura que a menudo demanda más de lo que debería.
La técnica empleada, un collage digital, permite a la artista fusionar elementos históricos con una estética contemporánea, creando capas de significado que invitan al espectador a una introspección sobre su propia relación con las expectativas sociales. La elección de simplificar la composición después de un inicio caótico y barroco subraya la intención de resaltar la esencia de la sobrecarga emocional y la necesidad de reclamar un espacio propio.
«Expectativas bordadas» es pieza única y captura el delicado equilibrio entre lo íntimo y lo universal. La artista no solo cuestiona las restricciones sociales impuestas sobre la identidad, sino que también celebra la vulnerabilidad y la autenticidad como actos de resistencia. Esta pieza se posiciona como una meditación visual sobre la importancia de ser sensibles, de llorar, de descansar y de reivindicar nuestro espacio en un entorno saturado visual y emocionalmente.
«Expectativas bordadas» invita al espectador a reflexionar sobre las presiones internas y externas que enfrentamos, proponiendo una reevaluación de nuestras prioridades y la manera en que definimos nuestra identidad en una sociedad que constantemente nos empuja a más. La obra es un testimonio de la capacidad del arte para explorar y expresar las complejidades de la experiencia humana contemporánea.
«Embroidered Expectations»: A Meditation on Overload and Identity
«Embroidered Expectations» presents a profound discourse on fragmentation and emotional overload in contemporary life. Through a digital collage, the artist combines historical and modern elements to explore the tension between social expectations and personal authenticity.
The central figure, dressed in a period costume retrieved from museum images, holds everyday objects such as a coffee cup, a clock, and a phone, creating a visual dialogue between past and present. The Dutch tapestry that forms the background evokes the visual saturation of our responsibilities, while the unicorn embroidered on the dress symbolizes the unattainable ideals that our culture continues to perpetuate.
This unique piece illustrates how multitasking, stress, and demands fragment our identity. With «Embroidered Expectations», the artist invites the viewer to reflect on the weight of expectations in our society and the need to reclaim balance and self-connection.
«Expectations Brodées» : Une Méditation sur la Surcharge et l’Identité
«Expectations Brodées» propose un discours profond sur la fragmentation et la surcharge émotionnelle dans la vie contemporaine. À travers un collage numérique, l’artiste combine des éléments historiques et modernes pour explorer la tension entre les attentes sociales et l’authenticité personnelle.
La figure centrale, vêtue d’un costume d’époque tiré d’images de musée, tient des objets du quotidien tels qu’une tasse de café, une horloge et un téléphone, créant un dialogue visuel entre le passé et le présent. La tapisserie hollandaise qui compose l’arrière-plan évoque la saturation visuelle de nos responsabilités, tandis que la licorne brodée sur la robe symbolise les idéaux inatteignables que notre culture continue de perpétuer.
Cette pièce unique illustre comment le multitâche, le stress et les exigences fragmentent notre identité. Avec «Expectations Brodées», l’artiste invite le spectateur à réfléchir au poids des attentes dans notre société et à la nécessité de retrouver l’équilibre et la connexion avec soi-même.