Sobre mí

Biografía y evolución técnica y artística

 Soy Clara Belén Gómez, artista plástica y digital nacida en Málaga, España, y licenciada en Historia del Arte. Desde el inicio de mi trayectoria artística, he experimentado con una amplia variedad de técnicas, como acrílico, acuarela, grafito, óleo, barro y texturas no convencionales como el café. Todas estas exploraciones tienen un propósito claro: enriquecer y ampliar mi lenguaje artístico basado en el collage híbrido, donde integro elementos digitales y analógicos para crear composiciones cargadas de simbolismo.

Mi formación en Historia del Arte y mi paso por la Escuela de Artes Plásticas San Telmo, donde cursé un módulo de un año (1995) han sido fundamentales para desarrollar una sensibilidad estética y conceptual que guía mi trabajo. El confinamiento de 2020 marcó un punto de inflexión en mi trayectoria, consolidando el collage híbrido como el medio central de mi obra y llevando mi exploración artística hacia la fragmentación visual, los patrones simbólicos y nuestra conexión con el sistema social y cultural. Fue también cuando comencé a exponer.

He desarrollado mi trayectoria artística principalmente en Málaga, participando en proyectos y exposiciones en colaboración con diferentes instituciones culturales, asociaciones y espacios promovidos por ayuntamientos. Estas experiencias han sido clave para conectar mi obra con la comunidad local, permitiéndome explorar y reflejar temas que dialogan con el entorno artístico y social de la región.

Mis obras, expuestas en espacios como Espacio Vivo, La noche se hace Arte, Proyecto Witty 2022, Art Locker, Art-quarium, Transeúntes digitales, LOFTING e IN(side) Collage Marbella, etc, reflejan una búsqueda constante de innovación técnica y conceptual, siempre orientada a conectar lo introspectivo con lo universal.

ESTAPAS CREATIVAS

COLLAGE ANALÓGICO

Mi primer acercamiento al collage fue completamente manual, utilizando recortes de revistas que componía intuitivamente en libretas. Además de los recortes, integraba líneas, manchas, y dibujos que añadían un carácter más personal y orgánico a las composiciones. Estas intervenciones manuales me permitían explorar texturas y crear diálogos entre los elementos, dando vida a composiciones espontáneas y únicas.

Esta etapa fue un espacio de experimentación pura, donde el acto de recortar, dibujar y ensamblar era tanto un proceso artístico como introspectivo. Más que obras terminadas, estas composiciones reflejaban mi búsqueda creativa inicial y sentaron las bases para integrar técnicas más complejas en etapas posteriores.

COLLAGE MIXTO

Durante el confinamiento de 2020, mi obra experimentó una transformación significativa al integrar técnicas analógicas y digitales, consolidando el collage híbrido como parte esencial de mi lenguaje artístico. Este periodo de introspección marcó el inicio de una exploración más profunda de la fragmentación visual como metáfora de la complejidad emocional y personal.

Me apoyé en herramientas digitales como Photoshop, que ya dominaba desde finales de los años 90, para combinar elementos manuales: recortes de revistas, dibujos propios y texturas no convencionales, como pinceladas de café. Los rostros y cuerpos en mis composiciones surgieron como piezas de un puzzle, ensamblados a partir de fragmentos de varias fotografías, mientras que los fondos, trabajados con fragmentos rectangulares y papel reciclado, simbolizaban mi proceso de reinvención.

Para hacer más hincapié en el concepto de piezas de un puzzle, los fondos de aquellos collages se fragmentaron en rectángulos, dándoles un estilo característico. Además, utilicé el papel reciclado como base recurrente, una elección simbólica que reflejaba mi proceso de reinvención personal y artística. Esta etapa no solo marcó un avance técnico, sino también una conexión más profunda con temáticas como la identidad, el cambio y la resiliencia.

Con cada etapa, percibo un aumento en la complejidad técnica que, eventualmente, evoluciona hacia una expresión más sencilla, abriendo paso a nuevas etapas. Creo que esa es la esencia de la creatividad: la posibilidad constante de reiniciar, crecer y experimentar.

Algunas obras nacieron de manera espontánea, mientras que otras tomaron más tiempo en definirse; pero ninguna se parece a la anterior. Quizás me dejé influir por la diversidad de estímulos que surgían de noticias, libros o películas, convirtiéndose en el motor de mi inspiración.

Estos collages también me ofrecieron la oportunidad de integrar dibujos propios, aportando una perspectiva diferente a las composiciones. Incorporé formas abstractas y, en muchos casos, opté por una sobriedad monocromática que terminó convirtiéndose en parte de la indumentaria de las figuras. Este enfoque me permitió explorar nuevas formas de diálogo visual dentro de mis obras, como en los siguientes ejemplos.

COLLAGE DIGITAL CON FONDOS ANALÓGICOS


La evolución hacia esta etapa surgió de forma natural. Una de mis costumbres era pintar mis diarios con capas de colores, y un día se me ocurrió transformar esas páginas en parte de mis collages. Contaba con una gran cantidad de hojas pintadas y decidí integrarlas en mis composiciones, dando lugar a una serie con un carácter más plástico y personal.

En esta fase desaparecieron los recortes rectangulares de las etapas anteriores, aunque la fragmentación de rostros se mantuvo como un rasgo distintivo. El papel reciclado, que había sido un elemento central, pasó a convertirse en una silueta que enmarcaba las figuras. Este cambio le otorgó a los collages un aire de ingenuidad y sencillez, aunque seguían explorando ideas complejas como la inmersión inevitable del individuo en el sistema. Los fondos representaban esa realidad, recordando que, queramos o no, todos formamos parte de un entramado mayor.

Fue una serie que disfruté profundamente, ya que me permitió jugar y experimentar con libertad, lo que eventualmente desembocó en la introducción de patrones más elaborados. Inicialmente, los patrones eran repeticiones intuitivas y espontáneas de figuras, pero con el tiempo fui perfeccionando este aspecto, buscando que pudieran repetirse hasta el infinito.

Este proceso marcó una transición hacia una etapa más técnica y digital en mi obra.

COLLAGE DIGITAL Y EL USO DE PATRONES

En esta etapa, me interesó explorar la idea de los patrones, tanto en su dimensión visual como simbólica, como una metáfora de los ciclos que nos definen. Los patrones en mis composiciones reflejan repeticiones de comportamiento que observo en mi vida: errores, aciertos y aprendizajes, que al mismo tiempo se proyectan en la estructura misma de la sociedad. Este diálogo entre lo personal y lo colectivo se traduce en la fusión de figura y fondo, donde ambos se vuelven inseparables, representando la ineludible inmersión del individuo en el sistema.

Esta reflexión sobre el sistema, entendido como un entramado al que todos estamos conectados, inspira los fondos digitales cada vez más complejos que caracterizan esta etapa. Composiciones como “Vivir” toman influencias de artistas como Gustav Klimt para desarrollar un lenguaje visual decorativo, en el que los patrones no solo decoran, sino que también simbolizan la interacción constante entre identidad y entorno.

En estas obras, sigo integrando fotografías libres de derechos y de dominio público, así como referencias a obras emblemáticas de la Historia del Arte. Por ejemplo, en “Danza en el Jardín Cerrado”, la escena de La Anunciación de Fra Angélico se transforma en un baile cósmico de la Creación, mientras que el casco de Marte de Venus y Marte sorprendidos por Vulcano, de Alexandre Charles Guillemot, se recontextualiza como parte de un discurso contemporáneo.

MI PROCESO CREATIVO

Mi proceso creativo es un viaje constante de exploración, en el que lo analógico y lo digital se fusionan para dar lugar a composiciones simbólicas y cargadas de significado. Cada obra comienza con una idea o un concepto que surge de mi interés por temas como la ecología, la introspección, los ciclos de comportamiento y la interacción del individuo con su entorno. Esta idea inicial actúa como un hilo conductor que guía el desarrollo de la pieza.

Parto de materiales físicos como dibujos, texturas creadas con pinturas o incluso elementos reciclados, que luego digitalizo para integrarlos en un collage híbrido. Me interesa cómo las texturas y los patrones pueden interactuar con las figuras, creando un diálogo visual entre lo que está fragmentado y lo que se percibe como un todo. A menudo trabajo con fragmentos de fotografías, manipulándolos para construir rostros y cuerpos que representan la complejidad emocional y social.

El proceso incluye una constante experimentación: recortar, pegar, pintar y volver a desmontar las composiciones para encontrar nuevas conexiones visuales. Los patrones tienen un lugar especial en mi obra, ya que simbolizan ciclos de repetición y evolución, tanto personales como sociales. Me inspiro en elementos decorativos y referencias históricas que transformo en un lenguaje contemporáneo.

Cada obra pasa por una serie de etapas en las que dejo espacio para el azar y el error. Este enfoque me permite descubrir nuevas posibilidades y enriquecer la narrativa visual. El objetivo es que cada pieza no solo sea un reflejo de mi experiencia personal, sino también una invitación para que el espectador se conecte con su propio mundo interior.

MI OBRA ANTERIOR A LOS COLLAGES

Antes de adentrarme en el collage híbrido, mi obra estuvo marcada por una exploración constante de técnicas y estilos que me permitieron construir las bases de mi lenguaje visual actual. Durante esta etapa, experimenté con diversas formas de expresión, desde el dibujo y la pintura hasta el desarrollo de obras inspiradas en estilos decorativos y abstractos.

Entre estas exploraciones, destaca mi interés por la integración de fondo y figura, un enfoque que me llevó a trabajar con composiciones donde ambos elementos se fusionaban en un diálogo visual único. Este interés estuvo influido por un estilo que podría asociarse al Neopop, donde los colores vivos y las formas abstractas eran protagonistas. Estas composiciones, aunque aparentemente sencillas, reflejaban una búsqueda temprana de equilibrio entre lo simbólico y lo estético.

A lo largo de este periodo, trabajé intensamente en el uso del color y la textura, elementos que más tarde evolucionarían hacia un enfoque más conceptual en mis collages. Esta etapa me permitió explorar temas como la identidad y la conexión con el entorno, que hoy siguen siendo pilares fundamentales en mi obra.

Aunque mi práctica ha evolucionado significativamente desde entonces, estas primeras exploraciones siguen presentes en la esencia de mi trabajo actual, enriqueciendo mis composiciones con un trasfondo de experimentación y curiosidad artística.

RETRATO NEOPOP

Durante una etapa de mi trayectoria, me dediqué a explorar el retrato desde distintas perspectivas, trabajando tanto con personas como con animales. En este periodo, experimenté con colores vivos, formas abstractas y la fusión entre figura y fondo. Los retratos de mascotas y mi serie dedicada a gatos me permitieron capturar la conexión emocional entre los seres humanos y los animales. Esta etapa fue esencial para profundizar en el uso del color y las texturas, elementos que luego evolucionaron en mi lenguaje actual del collage híbrido.

Exploré el retrato desde un enfoque emocional y simbólico, trabajando tanto con figuras humanas como con animales, especialmente gatos. En estas obras, las líneas tuvieron un papel central como recurso estilístico para construir formas, texturas y patrones. La palabra «love» y otros símbolos visuales se integraron como elementos recurrentes, representando conexiones emocionales universales y dando un toque personal a cada composición.

Esta etapa me permitió experimentar con el color y la abstracción, creando un lenguaje visual que combinaba lo figurativo y lo simbólico. Las series dedicadas a mascotas y gatos destacan por la búsqueda de capturar la esencia y el carácter único de cada sujeto, mientras desarrollaba técnicas que luego influirían en mi obra actual de collage híbrido.

la mancha y las texturas adquirieron un papel fundamental en mis composiciones. Utilicé manchas como elemento expresivo, generando contrastes y dinamismo que enriquecían el significado de cada obra. Las texturas, tanto físicas como visuales, se convirtieron en un recurso clave para aportar profundidad y carácter, permitiéndome explorar las emociones y las conexiones simbólicas entre fondo y figura.

Estos recursos, combinados con líneas estilizadas y símbolos como la palabra «love», dieron a mis retratos —tanto humanos como animales— una dimensión introspectiva y emocional. Esta fase de experimentación fue crucial para sentar las bases de mi lenguaje artístico actual, donde las texturas y la fragmentación continúan desempeñando un papel esencial.

la mancha y las texturas adquirieron un papel fundamental en mis composiciones. Utilicé manchas como elemento expresivo, generando contrastes y dinamismo que enriquecían el significado de cada obra. Las texturas, tanto físicas como visuales, se convirtieron en un recurso clave para aportar profundidad y carácter, permitiéndome explorar las emociones y las conexiones simbólicas entre fondo y figura.

Estos recursos, combinados con líneas estilizadas y símbolos como la palabra «love», dieron a mis retratos —tanto humanos como animales— una dimensión introspectiva y emocional. Esta fase de experimentación fue crucial para sentar las bases de mi lenguaje artístico actual, donde las texturas y la fragmentación continúan desempeñando un papel esencial.

SERIE GATOS NEOPOP

La serie de gatos fue una etapa de exploración donde los animales se convirtieron en protagonistas simbólicos, representando independencia, introspección y conexión emocional. En estas obras, la textura, las manchas y las líneas estilizadas jugaron un papel clave para dotar de carácter y dinamismo a las composiciones.

A lo largo de los años, mi enfoque ha evolucionado hacia una mayor sobriedad, dando más importancia a la armonía y el equilibrio en el uso del color. Este cambio ha permitido que mi lenguaje artístico madure, destacando lo esencial en cada pieza y logrando una conexión más serena entre figura y fondo.

Esta serie celebra la conexión con la naturaleza, la libertad y la belleza de lo cotidiano, representadas a través de la figura simbólica del gato. Los gatos, con su independencia y serenidad, nos invitan a ver la vida desde otras perspectivas, desde los tejados, donde la abundancia y el color nos recuerdan que siempre hay algo por lo que agradecer.

PINTURA DIGITAL Y COLLAGE: EXPLORACIONES NEOPOP

Esta etapa de mi trayectoria artística representa una exploración de formas vibrantes, texturas dinámicas y composiciones que fusionan lo figurativo y lo abstracto. Inspirada en el estilo decorativo del Neopop, utilicé colores vivos y líneas estilizadas para representar emociones universales como la libertad, la conexión y el amor por lo cotidiano.

Exploré la fusión entre técnicas digitales y elementos decorativos característicos del estilo Neopop, marcando un periodo vibrante en mi trayectoria. La pintura digital me permitió experimentar con colores vivos y líneas estilizadas que rompían la barrera entre fondo y figura, integrándolos en un único lenguaje visual cargado de simbolismo.

Utilicé texturas dinámicas y formas abstractas para transmitir emociones universales como la alegría, la libertad y la conexión con lo cotidiano. En varias obras, recurrí al collage para integrar fotografías, patrones y dibujos manuales, creando un diálogo entre lo analógico y lo digital. Este enfoque me permitió trabajar con capas superpuestas, fragmentos de imágenes y símbolos que reforzaban la narrativa de cada pieza.

Los temas recurrentes en esta etapa reflejan un vínculo con lo emocional y lo espontáneo, pero también con lo decorativo, acercándome a conceptos como la abundancia y la energía del presente. Este periodo, además de destacar por su carácter visual, marcó un punto de inflexión en mi obra, sentando las bases para la transición hacia un lenguaje más sobrio y conceptual en mis collages híbridos actuales.

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