«Gorgona I»
Técnica: Collage analógico con dibujos originales
Dimensiones: A4
«Gorgona I» es una obra que reinterpreta la figura mítica de Medusa desde una perspectiva contemporánea, explorando temas como la autoaceptación, la transformación y la lucha interna. Inspirada en las múltiples versiones de la mitología griega, la pieza reflexiona sobre cómo Medusa, castigada injustamente por Atenea, se transformó en un símbolo de poder y protección.
La obra se aleja de los clichés tradicionales que representan a Medusa como un monstruo aterrador. En su lugar, la artista la presenta como una figura introspectiva y compleja, que nos invita a enfrentar nuestros propios reflejos. Las serpientes, cuidadosamente dibujadas a mano, se convierten en formas orgánicas llenas de color y dinamismo, simbolizando la riqueza emocional y los matices de nuestra identidad.
A través de «Gorgona I», la artista plantea una pregunta fundamental: «¿Cuántas veces nos petrificamos al no aceptar lo que vemos en nuestro propio reflejo?» Este cuestionamiento conecta directamente con la lucha interna por aceptarnos tal y como somos, a pesar de nuestras imperfecciones. La obra sugiere que el camino hacia una versión mejor de nosotros mismos comienza con la valentía de mirar al espejo y abrazar nuestras sombras y luces.
El uso de técnicas analógicas puras, sin transferencias ni elementos digitales, subraya la autenticidad del proceso creativo. Esta elección técnica también conecta «Gorgona I» con otras obras de la artista, como «Hada del Giro», pero la distingue por la profundidad de su carga emocional y simbólica.
Además de su inspiración mitológica, la obra aborda el tema universal de la autopercepción y la autoaceptación. La Gorgona se convierte en un símbolo de transformación personal: pasar del miedo y la petrificación al empoderamiento y la libertad.
«Gorgona I» combina el simbolismo visual con una narrativa introspectiva, invitando al espectador a reflexionar sobre el poder de la transformación interna y la importancia de reconciliarnos con nuestra propia identidad. Esta obra es un testimonio de que incluso las figuras más temidas pueden convertirse en símbolos de fuerza y autodescubrimiento.