«Hada del Giro»: La Ligereza del Movimiento y la Búsqueda Interior

En «Hada del Giro«, el movimiento se convierte en el lenguaje de la transformación. Esta obra, creada como parte de la serie de las Odaliscas, plasma la ligereza y el poder del giro como una metáfora para soltar, dejar ir y reencontrarse con la esencia. Inspirada en Ruth Saint Denis y en la espiritualidad de los derviches, esta pieza utiliza la danza como un puente entre lo terrenal y lo espiritual.

El hada del giro baila con una intensidad imperturbable, despojándose de todo aquello que le dijeron que no debía ser o hacer. Su falda, inflada por el viento del movimiento, evoca la fluidez del mar que la acompaña, y su constante giro la aligera de las preguntas que, poco a poco, pierden peso frente a la curiosidad y el simple acto de seguir buscando. Su baile es un diálogo con los puntos cardinales y consigo misma, una danza que respira, palpita y se funde con el universo.

Técnica y simbolismo

Detalle de la falda del collage sobre papel “Hada del Giro”

En términos técnicos, esta obra combina collage de papel y técnica mixta sobre papel Guarro de 50×70 cm, utilizando una paleta vibrante que sugiere dinamismo y vida. La figura central, elegante y poderosa, nace del diálogo entre colores intensos y líneas definidas, que reflejan tanto fuerza como delicadeza. Como en otras piezas de esta serie, el uso de formas ondulantes y superpuestas captura la esencia del movimiento continuo.

El simbolismo del giro, tan presente en los rituales de los derviches, se une aquí con el imaginario personal de la artista. La figura no solo gira físicamente, sino que también representa una transformación emocional y espiritual, vaciándose de aquello que no es esencial para abrazar lo que realmente importa. En el proceso, las inquietudes internas se convierten en fuerza creativa, y el acto de soltar se vuelve un motor de crecimiento.

Reflexión personal

Esta obra nace de una conexión íntima entre la creadora y su creación. Mientras el hada del giro se libera en su baile, inspira a la artista a abrazar su propio movimiento, su propio camino. «Deja que el hada del giro te enseñe a soltar», parece susurrar la figura central, invitando tanto a su creadora como al espectador a mirar hacia dentro y dejarse llevar por el flujo de la vida.

«Hada del Giro» es más que una representación visual; es un manifiesto sobre la importancia del movimiento, tanto físico como emocional, y sobre la necesidad de encontrar la ligereza en el viaje personal. En su esencia, esta obra celebra el poder transformador del arte como un baile continuo entre el ser y el devenir.