«SOL Y LUNA» es una obra que explora la relación simbólica y energética entre los dos astros que han inspirado mitologías, religiones y narrativas culturales a lo largo de los siglos. En esta pieza, he buscado dar forma a una personificación tanto del Sol como de la Luna, como entidades complementarias y opuestas que rigen nuestras emociones, decisiones e inconscientes.
Esta obra representa mi primera incursión en la combinación de fotografía híbrida y collage mixto. He utilizado un autorretrato como base, fusionándolo digitalmente con el Sol para crear un torso iluminado por esta fuente de energía vital. Este elemento fue trasladado a soporte físico, al cual añadí las manos con técnica de transferencia. Las cuatro manos, que actúan como pinzas, evocan la carta del tarot de la Luna, vinculada al signo zodiacal de Cáncer.
La falda, compuesta por numerosos ojos que simulan plumas de pavo real, fue un proceso laborioso y detallado. Este elemento, que conecta con el simbolismo de la vigilancia, el conocimiento y la introspección, tiene resonancias con mi obra anterior «Soberbia I», inspirada en el universo de El Bosco. Para acentuar el efecto visual, incorporé detalles acrílicos y plateados en la falda, para enriquecer su textura.
Inspirada en las cartas del tarot del Sol y de la Luna, esta obra trata sobre el equilibrio entre la conciencia y el inconsciente. El Sol, situado detrás del torso y rostro, representa la claridad, la fuerza vital y lo tangible. Por otro lado, las manos que representan la Luna simbolizan los ciclos emocionales, las intuiciones y los misterios ocultos de nuestro ser. Este contraste, recurrente en mis obras, invita al espectador a reflexionar sobre cómo nuestras luces y sombras influyen en nuestras decisiones y percepciones.
Como en muchas de mis obras, «SOL Y LUNA» aborda temas introspectivos y filosóficos. Exploro cómo los patrones inconscientes gobiernan nuestra vida cotidiana, cuestionando si realmente somos libres en nuestras elecciones. Este diálogo entre lo consciente y lo inconsciente es esencial en mi proceso creativo, y la obra refleja mi propio viaje de autodescubrimiento, entendiendo cómo puedo mis propias luces y sombras.
La obra combina diversas técnicas, desde la fotografía digital, la transferencia y el collage analógico, hasta la pintura acrílica sobre papel de acuarela Guarro de 50×70 cm. Mi rostro, modificado con la boca y mentón de otra figura, introduce un matiz expresivo que difumina los límites entre lo personal y lo universal.
El resultado es una pieza que, al igual que las cartas del tarot, funciona como un espejo simbólico para quien la observa. Invita a descifrar no solo la interacción entre el Sol y la Luna, sino también las fuerzas internas que cada uno de nosotros lleva dentro.
«SOL Y LUNA» es, en esencia, una obra introspectiva que personifica el eterno diálogo entre luz y oscuridad, razón e intuición, conciencia e inconsciente. Es un llamado a observar nuestro interior con atención, reconociendo las complejidades que nos habitan y aceptando nuestra dualidad como seres humanos.