LA MUNDIAL, para Poesía visual de la revista La Noche se Hace Arte.
El día en el que aquella máquina, aquí representada por un gancho, comenzó la demolición de La Mundial, perdimos en Málaga algo de nuestra magia, y como si de un genio de Aladino se tratara, el emblemático edificio se esfumó, a pesar de su historia y de su hierro forjado. Curioso, cuando una de las excusas era que se caía, y resultó que su estructura de hierro era además adelantada a su tiempo. Característica que los estudiantes de la historia de la arquitectura de Málaga quizás estudien como algo digno de mención. Ojalá también en ese imaginario libro, aparecieran los nombres de quiénes quisieron destruirla, junto con los que intentaron salvarla. Dejemos tiempo a las tesis e investigadores.
Lanzo la reflexión sobre inversores y arquitectos que no conocen la idiosincrasia de la ciudad en la que actúan. Hasta pensé que un arquitecto como Moneo, jamás permitiría el derribo de un edificio emblemático y con historia para los ciudadanos locales, (hacer una réplica, no arregla el derribo del original). Tampoco imaginé que darían vía libre a la demolición muchos malagueños, pero cuando se politiza algo, esas cosas ocurren.
El día que se esfumó nuestro genio pasamos por allí. No quise verlo, no lo fotografié siquiera. Y me quedó dentro un sentimiento: Con amor a una ciudad y su historia, todo sería diferente
Se podría haber hecho de otra manera. Siempre se puede, pero para eso hay que amar la historia y la ciudad en la que se actúa y se invierte. Quizás un arquitecto genio, sí hubiese estado a la altura de nuestrgenio demolido, porque quizá hubiera integrado el edificio en un maravilloso complejo sin demolerlo, sin sustituirlo por una réplica; sin embargo, genios hay pocos y no tuvimos esa suerte.
El gancho es también una hoz y una interrogante abierta, además del cuerpo del genio que habitaba La Mundial.
Porque cada edificio emblemático tiene su alma, su magia, formada por recuerdos de todos los ciudadanos malagueños y por qué no, de los turistas y sus innumerables fotografías. Sí, forma parte de todos los que hemos impreso en la retina la imagen de aquel genio en nuestros paseos cotidianos.